Estábamos en clase de Lengua y entró un nuevo alumno bastante seguro de sí mismo. Se acercó al profesor para presentarse y darse a conocer a sus compañeros.
Era de estatura media-alta, con el pelo largo, castaño, alborotado. Ojos marrones y almendrados. Una nariz lisa y medianamente grande. Sus orejas, de tamaño normal. Cuello grueso y anchos hombros, porque era un chico grande. Grandes brazos y mullidas manos. Con un peso normal para su altura. Dos largas y gruesas piernas y unos pies como dos barcas.
Su aspecto era de una persona tranquila, agradable, nada egocéntrica, a quien no le gustan los jaleos ni las peleas; las odia. Intenta siempre evitarlas de cualquier manera, aunque sea asumiendo la culpa de cosas que no son suyas o que no ha hecho. Un poco vago y pesado, pero cuando se le llega a conocer bien, es buena persona.
Carlos Ponce de León Valencia
4ºB
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